Hay que tener la cara muy dura y no tener vergüenza para
realizar esta tercera entrega de TWIN PEAKS y lo digo porque si tuviera un mínimo
de dignidad esto no lo debía haber estrenado. David Lynch nos ha dejado una
mierda y se ha quedado tan a gusto. Es cutre, cosa que es lo que menos me podía
esperar de este director que en todas sus prelícualas, fueran entendibles o no,
siempre eran un lujo visual, todas tenían elegancia y estilo. Pues aquí nada de
nada, todo es cutre, no os quiero ni contar los efectos espaciales, ni de una película
Z. En cuanto al argumento, simplemente no existe, ni guión ni nada que se lo
parezca, no tengo ni idea de lo que trata. Es un desastre caótico, sin
continuidad, cordura y coherencia. Es agresivamente mala, como si quisiera provocarle sufrimiento al publico. En
los largos anales de las payasadas cinematográficas esta tercera temporada de
Twin Peaks merece un lugar de honor. No se la recomiendo a nadie excepto a mis
peores enemigos.
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