RIPPER STREET es una serie inglesa producida por la BBC. Estamos ante una trama de intriga y suspense. Ambientada en el Este de Londres, a finales del Siglo XIX. Los crímenes de Jack el Destripador aun tienen al barrio de Whitechapel en estado de agitación y la División H de la policía en estado de alarma. A esta división pertenecen el Inspector Matthew MacFayden y su leal e inseparable sargento Jerome Flynn, con la ayuda inestimable del capitán yanqui Adam Rothenberg, el cual les ayuda en sus labores detectivescas y la vez hace las funciones de cirujano y forense.
Podía parecer una serie que se centrara en los crímenes de Jack El Destripador y así parece cuando comienza el capitulo uno, pero pronto nos damos cuenta que no va a ser así, que la u nica coincidencia es la época y la ciudad de los crímenes, porque Jack ha dejado misteriosamente de asesinar y no se hace ninguna referencia a dichos crímenes.
Como no podía ser de otra manera viniendo de la cadena de TV BBC la ambientación esta cuidada perfectamente, con innumerables decorados de exteriores, porque si algo tiene es que todo pasa en las calles de Whitechapel, con todo lo que eso conlleva, asesinos, ladrones, prostitutas, policías, proxenetas, y demás gente de mal vivir. No vas a encontrar personajes simpáticos y complacientes, los policías son brutales y así lo demuestran tanto el inspector como el sargento cuando tienen que interrogar a un detenido.
En una serie con ocho capítulos auto conclusivos, las tramas empiezan y terminan, aunque toda la serie tiene un hilo conductor en sus personajes y todo lo que rodea a sus vidas.
RIPPER STREET es una serie extraordinaria, llena de matices que la hacen tener total credibilidad, los casos que investigan son interesantes y misteriosos. Todo esto te lleva hasta un Londres del año 1893 donde Jack el Destripador ha dejado de asesinar pero su estela aun perdura, donde los rufianes campan a sus anchas, los policías utilizan métodos brutales para sus objetivos, los burdeles son el centro social de la City y las prostitutas acaparan la atención de una sociedad represiva y moralista. El misterio y el suspense están garantizados, pero también las altas emociones.
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