Hay directores europeos que prometen cuando hacen su primer largometraje, dan a su película un toque personal, desarrollan la idea como a ellos les parece bien. La película la ve algún caza talento de Hollywood le hacen una propuesta de esas que no pueden rechazar, se van al otro lado de Hollywood y hace un filme con una gran inversión en dólares. Pero aquel talento que se le presumía desaparece y se convierten en otro director sin personalidad a las ordenes de los directivos de Hollywood que solo están interesados en hacer taquilla.
Este es el caso de Daniel Espinosa, un director sueco de origen chileno que hizo en el 2010 DINERO FACIL, y aunque no era su primer film si que fue con el que se dio a conocer. Era una película sobre el hampa en la ciudad de Estocolmo. Es una película cruda, violenta a veces con un cierto carácter realista, impresa toda ella de cierto buen sabor a cine de autor, realizada por alguien que quería dotarla de un toque personal y al final conseguía hacer un film vigoroso y enérgico.
Con este baraje le fichan en Hollywood para hacer otro thriller, poniéndole todos los medios disponibles, incluido a una gran estrella como es Denzel Washington o al emergente Ryan Reynolds, al cual vimos por estas tierras en la película “Buried”, titulada EL INVITADO.
Y ¿que ha pasado? – lo de siempre, no se le reconoce al director, podría haberla digerido el u otro cualquiera de los directores mercenarios que están al mejor postor para llevar a cabo el proyecto que les manden hacer, que la realicen en el menor tiempo posible y se ajusten al presupuesto que les dan, corriendo el menor riesgo posible en su puesta en escena. Casi siempre con un guión rutinario copiado ciento de veces.
Esto ha pasado siempre en el cine, incluso en su época clásica, pero con una gran diferencia, entonces los productores era hombres del cine, que tenían pasión por hacer buenas películas y los directores de antaño era tipo fajados en mil batallas y con un sentido de hacer películas totalmente asombroso. En la actualidad a aquellos productores les han sustituido directivos que son meros economistas que saben de números pero nada de cine y los directores de ahora son jovencitos sin apenas experiencia y sin ninguna personalidad para poder imponer su estilo.
Y eso es lo que es El Invitado, un thriller visto miles de veces, frenético hasta la desesperación, malos que los ves venir desde que aparecen en escena, persecuciones que no sabes muy bien quien persigue a quien, un personaje al cual da vida Denzel Washington que podría haber resultado muy interesante pero que se queda en nada. Es una película que no arriesga y profundiza en ninguna de sus propuestas. Supongo que siempre con la idea de buscar ese espectador fácil, que quiere ver lo que ha visto siempre, eso si, como se decía antes, es distraída y se te olvida pronto, tan pronto que cuando sales del cine no recuerdas que has visto.
En definitiva un autentico fuego de artificio, que te deja con la duda de que si es que un thriller hecho para la taquilla, con buenos actores, buen presupuesto no puede ser una buena película. Creo que a lo largo de los años si se han dado caso que taquilla & calidad dieron buenos largometraje, hay están la saga de Bourne, pero claro en esas había un buen director detrás y con personalidad para implantar su criterio. Cosa que a Daniel Espinosa todavía le falta, quizás después de unas cuantas películas por allá lo consiga, ojala, yo pienso que será otro más de esos directores que prometían y se quedaron en directores de encargo sin ninguna personalidad. En este film realizado en Hollywood se ha quedado en un realizador anodino e irreconocible, es una pena, creo que había un director interesante, pero lo entiendo, aquí manda el señor dólar.
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