martes, 2 de junio de 2015

PASION DE LOS FUERTES

Decía Roger Ebert que PASION DE LOS FUERTES "es el mejor western de John Ford" y estoy de acuerdo. Reconstruye el legendario duelo de OK Corral, pero no solo es eso, es además un muestrario de las cosas cotidianas: el romance, la amistad, el póquer, la poesía. Pasión de los fuertes está llena de bellos momentos que hacen que en su conjunto sea un western dulce incluso poético, y la prueba es que el titulo no hace referencia ni al duelo, ni a Wyapp Earp sino a Clementine (MY DARLING CLEMENTINE), el hecho en sí del enfrentamiento entre los Earp y los Dalton es solo un motivo para Ford para describirnos los hechos cotidianos de un western, no se entretiene con la violencia y ni siquiera esa escena del duelo es sobre al que gira la película.
La relación mas importante es la que se establece entre Earp y Dos Holliday, de enfrentamiento pero también de amistad y admiración.
Henry Fonda es el corazón de la película, no solo es un hombre de acción si no un hombre amable, incluso gentil como lo demuestra con Clemetine. Tampoco se puede olvidar a Walter Brenan como Dalton, un papel muy lejos de lo que nos tenía acostumbrados, haciendo aquí a un hombre comido por el odio, un tipo duro, áspero y desagradable.
Pasión de los fuertes nos muestra un Viejo Oeste que está dando paso a otros tiempos, la civilización ha llegado a Tombstone.
JOHN FORD se definió a sí mismo como un director que hacia western, y aunque no solo hizo este género es aquí donde se mostraba como un director inconmensurable, no conozco ningún western de John Ford que fuera flojo, se cuentan como obras maestras. Depende de cada uno el que le guste más uno que otro, a mi este es el que quizás mas me guste junto AL HOMBRE QUE MATO A LIBERTY VALANCE, pero cualquiera de ellos pueden liderar cualquier lista de los mejores western de la historia y como no podía ser de otra manera PASION DE LOS FUERTES es una obra maestra, una obra cumbre del cine.

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