CADENA PERPETUA es un clásico del cine y una película
fabulosa sobre la amistad. Toda la trama nos sumerge en historia que han
formado una comunidad de hombres tras los barrotes de una prisión, trata de la
continuidad durante toda una vida basada en la amistad y en la esperanza.
El guion te atrapa
desde el comienzo y va crescendo de una forma magistral, identificándote con
Andy el protagonista y esto nos lleva a empatizar con él, sufrimos con él, nos
relacionamos con él, llegando a tener admiración por él, porque nos demuestra
que es fiel a sí mismo, nunca pierde la esperanza, aprovecha el tiempo, se
busca la vida y da ejemplo.
Cadena Perpetua es
una película que cuando te acercas a ella puede crear cierto rechazo y de echo
tuvo buenas críticas pero sin embargo poco éxito de público: drama carcelario,
metraje largo, no hay acción, buenos actores pero no estrellas, en fin
elementos que pueden crear rechazo, pero sin embargo con el tiempo se ha
convertido en todo un éxito tanto de crítica como de público.
Fran Darabont la dirigió
en el año 1994 basándose en un relato de Stephen King y construyo una película
llena de emociones y mensajes de esperanza. Cadena perpetua es una película que
te hace sentirte bien, que te recarga de optimismo y esperanza, te absorbe de
tal manera que te hace olvidar que estas ante una película, te hace estar más próximo
a un experiencia espiritual que a una película, porque Red personaje
interpretado por Morgan Freeman es el que pone la parte espiritual, es el rey
dentro de la prisión y sin embargo fuera no tiene identidad. Andy (Tim Robbins)
es tranquilo, pausado, no se altera por anda, silencioso, no se abruma, todo
ello crea un personaje fascinante y es en la amistad de Red y Andy donde esta
todo el poder de la historia, la que nos llena de emociones y conmueve.
Una película
fascinante y magistral que nos lleva mas allá de una película, es un encuentro
con nuestros sentimientos con nuestra parte más emotiva y más humana.
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