Marion Morrison era el verdadero nombre de JOHN WAYNE, no sé
si hubiera sido lo mismo porque uno dice John Wayne y es como decir cine o
decir América, porque John Wayne es la quintaesencia de lo americano. No hay ningún
actor, que digo, ningún personaje, bueno tal vez Ronal Regan pero era muy mal
actor, que haya representado mejor lo que es EEUU.
Antes de darse a conocerse con La diligencia de John Ford allá
por el año 1939, Wayne venia de dejarse la piel en películas de vaqueros de
serie z y esto por ponerle una letra porque eran tan malas que no habría letra
en el abecedario para definirlas.
Pero su historia
cambio, bueno cambio su historia y la del cine cuando conoció a John Ford e
hicieron LA DILIGENCIA y se convirtió en el alter ego de nada menos que el más
grande director de la historia JOHN FORD, a partir de esta película vendrían
otras muchas, clásicos todas y obras maestras muchas.
John Wayne se convirtió en la imagen del western, tanto como
decir en la imagen de América, pero es más que eso, es un genero propio, sus películas
no se parecen a ninguna otra, impuso su estilo, como andar, como sacar el revólver,
como sonreír, como dar un puñetazo o como besar a la chica, eso sí de forma
algo ruda, pero era su estilo, no puedo decir que impusiera un estilo de llorar
porque lo suyo nunca fue precisamente llorar, al menos yo no lo recuerdo.
Howard Hawks tambien lo eligió como su alter ego, por lo
tanto tenemos a dos de los directores más gigantesco que han existido eligiéndolo
como su actor fetiche, el les devolvió sus mejores trabajos. No puedo
imaginarme el cine sin JOHN WAYNE.
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