STEVE McQUEEN ha sido de los actores mas carismáticos que ha
dado el cine, con una presencia arrolladora, pero no solo es eso, es que era
una actor monumental, de esos que
imponen su presencia por encima de la propia película. Debuto a finales de los
cincuenta e hizo su ultima aparición en Cazador a sueldo en el año 1980, pero
su verdadero epitafio fue su anterior película TOM HORN un western crepuscular
donde daba vida a un rastreador al servicio de los ganaderos para que de alguna
manera limpie el territorio de bandidos. Un personaje fuera de su tiempo,
absolutamente desplazado y ya fuera de los nuevos tiempos, era un poco lo que
ya le ocurría a McQUEEN enfermo y ya decadente su tiempo ya había pasado, poco
tiempo después moría de cáncer, tenía 50 años.
En su haber
innumerables buenas películas: Los siete magníficos, Bullit, La Huida, Junior
Bonner, La gran evasión, El rey del juego, Papillon, las 24 horas de LeMans, película
que afronto con su productora y que la hizo por su pasión por las carreras de
coches, fue un fracaso absoluto, aunque a mi si tengo que decir la verdad me
gusto, tenía cierta melancolía y un aroma a nostalgia, a personajes derrotados.
Decían de McQueen que
era muy "cool", si es verdad, pero a mí siempre me pareció que en su
mirada tenía mucho de melancolía y algo de tristeza y sus personajes siempre
daban la impresión de que estaban al borde salirle todo mal, pero que lo seguiría
intentando, nunca fue de muchos gestos
ni de sobreactuación, todo lo decía con esa mirada o con esa sonrisa, algo
sibilino, sin que te dieras casi cuenta de que ya te había conquistado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario